TEATRO NACIONAL DE LA REPÚBLICA DOMINICANA (1951-1952)
El Teatro Nacional Dominicano era Teatro Escuela al mismo tiempo, o sea que a más de realizar montajes tenía que impartir enseñanzas para formar actores. Acepté dicho nombramiento y a finales de 1951 partí desde Cádiz con toda mi familia, mujer y cuatro hijos, a más de una sirvienta. Esto suponía una gran aventura, porque no es lo mismo ir uno de adelantado, y según vaya aclarándose la situación llevarse más tarde a los familiares. No tuve en realidad más remedio que hacerlo así, ya que eJ presidente o Benefactor de la Patria,(que hermoso título), como le llamaban sus compatriotas, indicó que me trasladara con toda mi familia. Hasta el último momento, en Cádiz e incluso subiendo la escala del barco, miraba hacia atrás, sin ira pero con tristeza al ver que no llegaba nadie con un telegrama oficial impidiendo embarcarme en to que para mí era una aventura. Solo la despedida emocionada de mis hermanos y de algunos amigos íntimos, compensaba mi subida al viejo 'Magallanes', que pocos meses después, rendido de servir de puente entre España y América, entraría en ese cementerio de barcos donde lentamente desguazan los recuerdos de tantas singladuras. Tuve la suerte de que me saliera a esperar al puerto de Ciudad Trujillo, como se llamaba entonces Santo Domingo, un amigo de juventud y de mi familia, Pedro Lerma, que estaba, con su esposa y dos hijos, de catedrático en el Conservatorio de Musica y dando conciertos en el país y fuera de él. Así es que me ayudo a pasar los trámites me localizó un hotel hasta que encontrara piso. El recibimiento oficial fue muy agradable, con altos empleados de la cultura, prensa y fotógrafos".
"Aunque ya sabia que el cima era tropical , no dejaba de sombrarme que en pleno mes de enero hiciera ese calor tan tremendo, que te hacía caminar despacio, porque si no te daba la sensación de ahogarte. Tanto es así que uno de los primeros días, al emprender mi marcha por la concurrida calle del Conde, un nativo me dijo con cierta ironía: 'Españolito, mas despacio...(Una Manera de Ser)
El teatro nacional dominicano dependía de la Secretaría de Estado de Educación y Bellas Artes, con dos directores generales de cada rama, siendo el secretario de Estado Joaquín Balaguer, que años más tarde, estando yo en España y habiendo sido asesinado Trujillo, llegó a presidente de la República a pesar de haber sido hombre de confianza del benefactor.Balaguer me recibió muy afectuosamente; sabía de mis trabajos, y me animó como si estuviera en mi casa, es decir en mi país.Me presentó pasados unos días al jefe, como todos decían, el cual estuvo cordial, y me animó a trabajar. Observé en él una mirada inquisitiva, con cierta dureza que trataba de disimular.Las autoridades sabían por la correspondencia mi nostalgia por España.Las cartas que recibía acababan de ser engomadas de nuevo, ya que la censura era auténtica, y no se trataba de disimular, ya que el país, pequeño pero hermoso, era fácil de controlar por el benefactor de la nueva era Dominicana.La verdad es que yo tenía siempre presente las indicaciones que recibí en mi tierra y la de algunos actores en  El teatro nacional, que con cierta precaución me aconsejaban no gastar ironía en cualquier cosa referente al jefe, y mucho menos la más mínima crítica a cualquier decisión. Por esto, cuando deletreé en uno de los monumentos levantados en agradecimiento a cualquier mejora la inscripción era de Trujillo un interlocutor me dijo muy satisfecho: era y es de Trujillo. Este hombre me dejó la duda de si fue un chiste de la oposición o un fanático del benefactor.Una de las primeras indicaciones de Trujillo fue claramente expresiva de sus intenciones: blanquéeme la compañía. Solicitud que, a mi entender, Podría corresponderse tanto como una lectura racista, referida a los actores integrantes de la formación, como con el deseo de que el teatro nacional alcanzará un altísimo nivel cuando ya tenía la compañía apunto de empezar los ensayos, se hizo la presentación oficial con el director general de bellas artes Aris azar, los jefes de sección de su departamento, los actores y familiares, mi gran amigo Pedro Lerma y su esposa, así como Cuca.Después de las palabras de salutación de don Aris, llenas de conceptos de la Belle époque, di mi primera lección sobre la actual concepto del teatro y sus teorías de realización, y revelé las obras elegidas de presentación, que fueron los tres Entremeses de Miguel de Cervantes.Empecé los ensayos con verdadero entusiasmo después de probar voces y hacer los test correspondientes sobre vocación, conocimiento del teatro según su propio concepto, lectura y declamación para probar los tonos.Logré reunir un conjunto de 30 intérpretes, 12 actrices y 17 actores. Una Manera de Ser
El repertorio que montó el TEAN en los doce meses que estuve al frente de él, integró 'La guarda cuidadosa', 'Los habladores' y 'La cueva de Salamanca', de Cervantes; 'La barca sin pescador', de Casona; 'La zapatera prodigiosa', de García Lorca; el sacramental 'La vida es sueño', de Calderón de la Barca; 'A las seis, en la esquima del Bulevar de Jardiel Poncela y el agricultor de Chicago', de Mark Twain. Si a esto se añade la salida a las ciudades de Yamasa, Bayaguana , San Francisco de Macarís, El Seibo, Anna, La Vega, San José de los Llanos y San Cristobal, coilo teatro itinerante, y las actuaciones en la capital, creo que realicé una labor importante,y las autoridades lo reconocían e incluso trataron de renovarme el contrato antes de tiempo, ya que por las cartas que recibía de España se me afirmaba mi próximo nombramiento...Y aunque vivía muy bien, la tierra era hermosa y me atendían con verdadero afecto, en mis cartas se notaba mi añoranza por España y su Teatro Español. Y eso que tuve una proposición llevada con sigilo por el embajador de Colombia, en la que se me ofrecía un sueldo m muy apetitoso por dirigir el Colón de Bogotá. Nada me hizo retroceder (...).Partimos en el 'Virginia de Churruca', un vapor más moderno, dejando a los amigos de corazón, los Lerma, que tantas veladas pasamos juntos, los actores que estaban identificados conmigo y las autoridades, que tuvieron corrección y cumplieron sus compromisos e incluso organizaron una función homenaje en mi honor". Atrás quedó la hermosa Quisqueya, y pasados unos días la familia Higueras fue recibida en Cádiz por parientes y amigos íntimos, deseando abrazar a quien había más que cumplido una labor, y regresaba a dirigir el primer teatro de España. (Una Manera de Ser)